El Sol, fuente básica de energía
Casi toda la energía de que disponemos proviene del Sol. Él es la causa de los vientos, de la evaporación de las aguas superficiales, de la formación de nubes, de las lluvias y, por consiguiente, de los saltos de agua. Su calor y su luz son la base de numerosas reacciones químicas indispensables para el desarrollo de los vegetales y de los animales que con el paso de los siglos han originado combustibles fósiles como el carbón o el petróleo. La radiación solar tiene otra importancia capital: otras formas de energía renovable, como el viento, las olas o la biomasa no son más que manifestaciones indirectas de ésta. La radiación solar interceptada por la Tierra constituye la principal fuente de energía renovable a nuestro alcance. La cantidad de energía solar captada por la Tierra anualmente es aproximadamente de 5,4 x 1024 J, una cifra que representa 4.500 veces la energía que se consume.
EL VIENTO Y SU APROVECHAMIENTO COMO FUENTE DE ENERGÍA
El uso de la energía cinética del viento para la obtención de energía no tiene nada de innovador, ya que tradicionalmente se ha usado en los molinos para obtener energía mecánica. El viento ya era una de las principales fuentes de energía de la humanidad hasta la aparición de los primeros motores a vapor y de combustión en el inicio de la etapa industrial. A pesar de todo, hasta el siglo XIX no empezó el aprovechamiento comercial de la energía eólica para la producción de electricidad.
LOS FLUJOS DE AGUA COMO RECURSOS ENERGÉTICOS
El agua es, sin duda, el elemento más esencial y característico de nuestro planeta. Además, es una fuente de energía renovable con un enorme potencial de aprovechamiento, gracias a la circulación constante de la energía cinética contenida en su movimiento y de la energía potencial asociada a los saltos de agua.
Hasta hace poco menos de 100 años, se utilizaba la corriente de ríos rápidos para mover los molinos y moler el maíz. Todavía hoy se pueden ver algunos de estos molinos hidráulicos, pero su aprovechamiento se orienta principalmente a la producción de electricidad a través de centrales hidroeléctricas.
El fluir del agua de los ríos produce energía hidráulica, que tiene de forma indirecta, al Sol como origen. El calor que el astro rey emíte evapora el agua de los mares formando las nubes, que a su vez se transformarán en lluvia o en nieve, asegurando así la perennidad del ciclo hidrológico del agua.
LOS FLUJOS CALORÍFICOS Y LA GEOTERMIA
Una gran parte de la radiación solar incidente sobre la Tierra se almacena en forma de calor cerca de la superficie. Un 47% de ésta es absorbida por los océanos y continentes mientras que el 24% de radiación la absorbe la atmósfera.
El calor, en situaciones de equilibrio, será reirradiado pero, a su vez, la temperatura del medio responsable de la absorción aumentará y, en algunos casos, los gradientes de temperatura entre las regiones que lo absorben y los de su entorno que no la absorben, producen unos flujos de calor significativos.